
CUENTO

Edgar Allan Poe
Por: Nicol Dayana
Rojas Montoya.
Poe es, sin duda alguna, una de las figuras centrales de la narrativa gótica estadounidense y uno de los mayores exponentes de la literatura universal. Su influencia literaria ha trascendido idiomas y fronteras, llegando a conectar incluso con lectores hispanohablantes por medio de traducciones realizadas por los reconocidos escritores argentinos Julio Cortázar y Jorge Luis Borges, convirtiéndose en un referente indispensable para comprender el romanticismo oscuro de su época.
Nació en Boston en 1809 y comenzó a perfilarse como escritor en la Academia Militar de West Point a sus 21 años. En términos generales, su obra puede entenderse como un reflejo de sus tragedias personales y una proyección de su mundo interior, reflejo que contribuía a crear una atmósfera que deja dudas existenciales en cada lector. Esa conexión entre sus vivencias y su obras se puede evidenciar en el cuento “El retrato Oval” (The Oval Portrait) publicado en 1845, cuando su esposa y prima Virginia Clemm luchaba contra la tuberculosis, el relato funciona como una confesión dolorosa.
A continuación, comparto un fragmento de la obra que ilustra la inconsciencia del artista frente al sufrimiento de su musa. El fragmento lo presento tanto en su idioma original como en la traducción que realicé especialmente para sección:
“And he was a passionate, and wild, and moody man, who became lost in reveries; so that he would not see that the light which fell so ghastlily in that lone turret withered the health and the spirits of his bride, who pined visibly to all but him. Yet she smiled on and still on, uncomplainingly... And he would not see that the tints which he spread upon the canvas were drawn from the cheeks of her who sat beside him. And when many weeks had passed... for one moment, the painter stood entranced before the work which he had wrought; but in the next... he grew tremulous and very pallid, and aghast, and crying with a loud voice, 'This is indeed Life itself!' turned suddenly to regard his beloved: — She was dead!".

Traducción:
“Y era un hombre apasionado, salvaje y melancólico que se resultaba perdiendo en sus ensoñaciones de forma que no podía notar la luz que caía tan espantosamente en aquella torre solitaria marchitaba la salud y el ánimo de su esposa, quien se consumía visiblemente para todos excepto para él. Aún así ella seguía sonriendo, sin quejas… de esa forma él no vería que aquellos tonos que extendía en el lienzo eran directamente tomados de los cachetes de aquella que estaba sentada a su lado. Y al pasar de varias semanas… Por un instante, el pintor se quedó extasiado ante la obra que había creado; pero al siguiente, se puso muy pálido y empezó a temblar, horrorizado, llorando y exclamando en voz alta, ‘¡Realmente esto es la vida misma!’, se volteó de repente a ver a su amada: ¡Ella estaba muerta!".
Este extracto permite identificar la autocrítica que solía incluir Poe en sus relatos, pues revela un fuerte paralelismo entre la ficción y su propia realidad. Así como la esposa del pintor se consumía en la torre mientras él se entregaba obsesivamente a su arte, Virginia, esposa y prima de Poe, se desvanecía lentamente por la enfermedad frente a los ojos del mismo. La torre se puede interpretar como una representación de su aislamiento y obsesión por la escritura, dedicación que pudo empezar a considerar inconscientemente como la ladrona del tiempo y la vida de su esposa. Con la frase ‘¡Realmente esto es la vida misma!’ Poe nos revela el precio mismo de su inmortalidad literaria, él logró retratar y eternizar a Virginia en relatos como Annabel Lee o Ligeia, pero a cambio tuvo que verla marchitarse mientras él perseguía cierta perfección en sus retratos escritos.
En definitiva, acercarse a la obra de Edgar Allan Poe es mucho más que disfrutar de una narración sombría, es ser testigo también de cómo el dolor personal puede trascender en belleza eterna. De esta forma, la invitación es a redescubrir los relatos de este autor, no solo como piezas maestras del terror sino como ventanas a la fragilidad humana. Esperando que, a partir de este texto, cada escrito que llegue a sus manos sea interrogado con la misma curiosidad, buscando siempre entre líneas esos fragmentos de alma, inquietudes y confesiones que todo autor, inevitablemente, deja encubiertos en su obra.
Bibliografía
Mabbott, T. O., & Cestre, C. (2024, 15 de noviembre). Edgar Allan Poe. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/biography/Edgar-Allan-Poe
Poe, E. A. (1845). The Oval Portrait. The Edgar Allan Poe Society of Baltimore. https://www.eapoe.org/works/tales/ovalp.htm
Poetry Foundation. (s. f.). Annabel Lee by Edgar Allan Poe. https://www.poetryfoundation.org/poems/44885/annabel-lee
The Poe Museum. (s. f.). Poe’s life: Timeline. https://poemuseum.org/poe-timeline/