
POESÍA

Yirama Castaño
Socorro, Santander, Colombia.
Poeta, periodista, editora y gestora cultural. Participó en la creación de la Revista y de la Fundación Común Presencia. Hace parte del Comité Asesor del Encuentro Internacional de Mujeres Poetas de Cereté, Córdoba. En 2020, diseñó y puso en marcha la Audioteca de Poesía María Mercedes Carranza de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, una antología sonora de la poesía contemporánea de Colombia y el mundo, con 300 voces originales. Codirige, junto a la poeta argentina Romina Funes, el proyecto Leer En Casa.
Libros publicados: La caverna de la mariposa, Colección Eternoretornonógrafo, Chifurnia libros, Honduras, 2024. En los labios de la noche, poesía reunida (1990-2022), Animal sospechoso editor, Colección mínima, Barcelona, España. 2022. El Sueño de la Otra, Ediciones El Humo, México, 2019. Segunda Edición. Malabar en el abismo, Antología, Común Presencia Editores, Colección los Conjurados, 2012. Memoria de aprendiz, Común Presencia Editores, Colección Los Conjurados, 2011. El sueño de la otra, Colección Prometeo Serie Hipnos, 1997, Primera Edición. Jardín de sombras, 1994. Naufragio de luna, 1990.
A continuación compartimos una selección de sus poemas:
MEMORIA DE APRENDIZ
No basta con acariciar palabras,
lo definitivo es dibujar la noche
seguir la línea de su curva
hacia el eco común
o la profunda luz.
Tomar la imagen de su pulso
medir la turbulencia
oír su tono
el latido de su adentro.
Habitar las estrellas que la viven.
Desnudar falsos colores
y mostrar el plateado vuelo
de pájaros fantasmas.
No basta con acariciar palabras
lo definitivo es asistir a los cortejos
con toda irreverencia.
Grabar los rostros
vestir sus cuerpos.
Memoria de aprendiz,
la inteligencia es un juego de distancia.
Un dolor agudo.
Una sutil virtud.
UN PARQUE NATURAL
En ese extraño lugar
cada día tiene una única palabra,
cada sombra busca su destino,
cada boca pronuncia una oración,
cada animal entierra bajo la luna su propia piel,
cada hombre prolonga la mano a su manera
y dibuja líneas blancas en la selva.
En ese lugar tan luminoso
cada flor es primavera,
cada sonido es un pájaro
y los pequeños aprendices
dan vuelta a la memoria,
raspan olvidos,
anudan el hilo
y cortan el tiempo
con sus dientes.
EL CINTURÓN DE ORIÓN
Cuando se sueña
que poco hay para perder.
En la ciudad de los juegos
las noches son estrechas,
los bares siempre están abiertos
y las calles
van formando su propio laberinto.
Las luces intermitentes
impiden reconocer los números
en los que caerá el dado.
En cada lance,
el que apuesta
olvida alguna cara
y el repartidor destapa su adicción.
Al amanecer
los asesinos se recogen en sus casas
y nada queda en la memoria,
ni siquiera el fluido
que se llevan las heladas.
BALADA DE UNA NOCHE QUE SE ACERCA AL DÍA
He de morir de pie
junto a mi tumba.
Con la mirada hacia la tierra
y el largo pelo
jalando hacia arriba.
He de morir por ataque a mis extremos.
De muerte pronta,
pero con tiempo suficiente
para repasar el tono de mis días.
He de morir alcanzada por la noche.
susurrada apenas,
abierta al bosque
y con esa única palabra
pendiente
entre los labios.
ARTE POÉTICA
Cuando al final se callan
Las palabras,
un enredo en todo el cuerpo.
El poema ha hurgado las entrañas
con su mano.