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Revista Fuerza de la Palabra
Entrevista 

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Lilia Gutiérrez Riveros, una exaltación a la vida

Por Dana Pedroza

 

D.P: Leyendo tu perfil nos encontramos con la sorpresa de que eres química y bióloga, con estudios en medicina cuántica y astroquímica. ¿Cómo es que pasaste de la ciencia a las humanidades? ¿Crees que estás dos disciplinas son oposiciones?

 

L.G.R: ¡Varias preguntas en una sola! Mira, yo tuve la suerte de ir por el camino de la ciencia, por el camino de la biología y de la química, y eso me ha permitido tener la precisión, la disciplina y tener la capacidad de estar entre el asombro y la búsqueda siempre. A veces se cree que son asuntos opuestos la literatura y la ciencia; sin embargo, de alguna manera la creatividad los junta. La misma alegría se siente cuando encuentras algo importante en ciencia que cuando eres capaz de atrapar un verso, entonces creo que la capacidad de sentir alegría y de sentir el asombro es lo que he cultivado toda la vida. 

 

Yo soy autora de algunos libros de química, de biología y eso se ha logrado porque caminé  por ese espacio de la universidad, porque hay que meterse en el laboratorio, porque hay que meterse en los libros, porque hay que meterse en el gran laboratorio, llamado naturaleza y que yo amo mucho, pues es el laboratorio donde camino y vuelvo a caminar, encuentro lo mejor y siempre me hace sonreír. Por ejemplo, encontrar un escarabajo, mirar una hormiga, una lombriz de tierra; eso me renueva, quizás a otros no, pero a mí me renueva. 

 

D.P: A propósito de este espacio en el que nos encontramos, la FILBo 2023, ¿Qué opinas acerca de este gran evento de acercamiento a la literatura? ¿Crees que cumple el objetivo de difundir la literatura al público o quizás mantiene el círculo de encuentros con literatos, escritores y lectores?

 

L.G.R: Hay dos partes interesantes, la primera es que nos encontremos los amigos y sabemos que, lo más interesante de encontrarse con los amigos es que llegan nuevos amigos; por ejemplo, ustedes los pasantes, se convierten en nuevos amigos y me parece muy chévere conocerlos. La otra parte, es el encuentro con el público, hay públicos de públicos en la FILBo, hay colegios, universidades y está el público crítico que está constituido por los colegas, generalmente los académicos, y me parece que todo esto es necesario e importante.

 

Ahora bien, que se crucen esos públicos valdría la pena y habría que pensar en unas actividades más concretas en las que esos públicos se junten, que no estemos los libreros por un lado, los editores por otro, los académicos en un lado opuesto. A mí me gusta más estar metida en la tranquilidad de todo. No me pongan como académica en un lado, ni como escritora en el otro lado.

 

D.P: Venimos de una reciente pandemia, un panorama y concepción de la vida distinta ¿crees que esto ha afectado el interés por los libros físicos y la compra de estos?

 

L.G.R: La pandemia tuvo una condición muy interesante, a mí me pasó que me di cuenta de que, mis proyectos estaban en un cajón, en último lugar, y la pandemia me volvió a poner en el escritorio y me llevó a decirme: ¡Oye, existes, tienes que poner atención a esos proyectos que están ahí!

 

Me parece que la pandemia sacó a flote la lectura. Recuerdo que Urbano Sánchez, me envío una foto que decía: “No me importa que me encierren, tengo 375 naves para viajar” y mostró su biblioteca... y me gustó tanto esa imagen. Pero, por otro lado, surgieron nuevas cosas, todos los eventos online que se realizaron a nivel nacional e internacional. Recuerdo uno en particular que se llamó: "América madre", y fue estupendo; yo hice otros cuantos a través del Jardín Botánico y de Poesía sin Fronteras, donde reunimos poetas del mundo entero. 

 

Salió a flote una cosa muy interesante que fue la poesía, el gran interés por la poesía; claro que la narrativa también, pero la narrativa tenía un ritmo, la poesía no tanto y la poesía salió a flote durante la pandemia; esa necesidad de encontrar el poema, porque tú puedes abrir un libro de poesía y con una página quedas bien, es como alimentar la mente... y lo puedes guardar y a los ocho días volverlo a abrir para encontrar otro manjar. Esa virtud la tiene la poesía porque la poesía es una unidad, una perfección en cada una de las creaciones.

D.P: Nos enteramos que recientemente recibiste el Doctorado Honoris Causa en Literatura ¡Felicitaciones! ¿Qué te llevó a este reconocimiento y qué sensaciones te deja este título profesional para tu carrera y vida personal?

 

L.G.R: El Doctorado Honoris Causa llega a través de la Academia Mundial de Arte y Cultura, una institución mundial que organiza eventos multiculturales y multilingues. Ellos generalmente utilizan idiomas como el mandarín, inglés, español y cuando hay un país anfitrión, el idioma del país anfitrión. He tenido el privilegio de que mi obra ha sido estudiada y ha sido una constante en el sentido en que la obra llama sobre el cuidado de la vida, entonces vuelve a salir a flote la bióloga que siempre llama la atención sobre esto, no solamente sobre la vida del novio, la vida del pretendiente…sino la vida en sus diversas manifestaciones.

Cuando pienso en el agua, por ejemplo; cuando veo un río al que le botamos basura, entonces me duele, pero afortunadamente he sido capaz de ponerlo en mi literatura y eso se ha tenido en cuenta porque busco la paz a través del respeto por la vida en sus diversas manifestaciones. De alguna manera, este es el gran fundamento de obtener el Doctorado Honoris Causa en Literatura, pero además se han tenido en cuenta otros aspectos como mi trayectoria como fundadora y presidenta de Poesía sin Fronteras y llevó más de 20 años abriendo puertas para los creadores.

De cierta forma, junto a las formas de la ciencia, de la vida  y de la literatura en los libros que escribo, ese es el fundamento de este gran reconocimiento de ser Honoris Causa y lo agradezco muchísimo.

 

D.P: Cómo bien nos enunciaba Borges en el título de su novela: El hacedor, “poeta” es quien hace con base en su etimología con raíz griega. Sin embargo, cualquiera hace, solo algunos hacen y componen con palabras provocando acciones en sus lectores ¿Tu crees que este es uno de los objetivos en la escritura? ¿Provocar la acción?

L.G.R: Uno de los objetivos, pero también creo yo en el goce, en la alegría que produce algo. A veces uno suelta también en la literatura un dolor, pero hay que soltarlo con emoción y con altura para que ese dolor llegue bien escrito y bien expresado. De hecho, a veces me pregunto que tan justo es entregar dolores ajenos ¿tendrá suficiente el lector como para que yo le agregue otro dolor?, son preguntas que me hago con frecuencia.

 

Creo que la acción es muy positiva si yo la provoco, pero generalmente hay dos poetas, el que escribe, el que lee, o el que escucha. El que escribe, el que ha creado, entrega su trabajo, pero tiene vida cuando tú lo lees o cuando lo escuchas, ahí es donde existe la poesía, ahí es donde existe la literatura, ahí es donde existe la comunicación de la literatura. ¡Es una magia que va y viene!

D.P: Muchas gracias por tus respuestas ¿podrías dedicarnos algunos versos o un poema?

 

L.G.R: Hay uno que es muy breve y que abre el libro: "La cuarta hoja del trébol" que dice: “No soy la montaña que resiste la tempestad, solo la hoja que sobrevive a la tormenta”.

 

D.P: Por último, cuéntanos ¿Dónde podemos encontrar tus libros?

L.G.R: Hay algunos libros que se encuentran en Editorial Atenea, hay otros que están en la Casa del Libro y hay otros en Editorial Educar. Hay otros que toca por Amazon, por ejemplo: Sinfonía del Orbe que reúne mi obra entre el 85 y el 2015, pues es una obra voluminosa, fue publicada en Nueva York por Artepoética Press, entonces solamente se pueden conseguir a través de Amazon. Es una lástima que no esté este libro, además, es el libro base para las cosas bonitas que han sucedido en los últimos tiempos. Por ejemplo, lo del doctorado Honoris Causa y obtener el Rahim Karim, que fue muy importante el año pasado. El Rahim Karim es un premio sobre la paz que se hace en la ciudad de Osh, la ciudad más antigua de China de la ruta de la seda y que abrió el año pasado el evento al mundo entero. Y bueno, yo crucé muchas etapas de la postulación, la nominación y ya con la nominación me sentí radiante, pero haberlo ganado fue otra afirmación por el cuidado de la vida.

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