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Revista Fuerza de la Palabra
Poesía

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Sandra Uribe Pérez, Bogotá, 1972

Poeta, narradora, ensayista y periodista, arquitecta, especialista en entornos virtuales de aprendizaje y magíster en Estudios de la Cultura con mención en Literatura Hispanoamericana. Ha publicado los libros de poesía Uno & Dios (Bogotá, 1996), Catálogo de fantasmas en orden crono-ilógico (Chiquinquirá, Alcaldía Municipal de Chiquinquirá, 1997), Sola sin tilde (Quito, Arcano Editores, 2003) y su edición bilingüe Sola sin tilde – Orthography of solitude (Bogotá, 2008), Círculo de silencio (Bucaramanga, UIS, 2012), Raíces de lo invisible (Popayán, Gamar Editores, 2018) y La casa, Antología (Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2018). Parte de su obra ha sido traducida al inglés, italiano, francés, portugués, griego y estonio, incluida en diferentes antologías y publicaciones nacionales e internacionales, y galardonada en diversos certámenes. Actualmente es docente de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca (Bogotá).

BREVE MUESTRA POÉTICA

La Herida que Eres

bastaría hacer casa

          en la herida

              que somos

                                                                 Hugo Mujica 

 

¿Oyes las habladurías de tu sangre?

¿El oleaje ofuscado que despierta en las venas?

¿Las hipótesis que brotan de la herida que eres?

Sólo percibes la música del abismo 

que recibe tus huesos,

sólo te miras en un espejo que pregona el vacío.

Descubres un grito entre la niebla,

un paraje devastado

en el que ya no se respira tu nombre.

Eres la desgarradura y su secreto ladrido,

la certeza de caer en la luz,

la revelación de tu (in)existencia.

Comprendes que el tiempo también está herido,

pero no sabes qué hacer con su deshielo,

de qué modo entrarás en el río que te sueña.

Enciendes la lumbre en tu nuevo aposento,

pero no logras descifrar el color de la muerte.

Ahora la memoria está desnuda y eres huésped del silencio.


Abismo Sin Nombre

Hay heridas que transitan en la sangre hasta derrumbar el aire,

gritos tan hondos que desploman la luz.

Hay cuerpos que caen en la noche del mundo,

carnes que se deshacen en el abismo sin nombre

y multiplican el fervor de la agonía.

Hay silencios que se desnudan en la tierra

y verdades que se oxidan en el lado terrible de la sombra.

Hay vacíos que crecen entre los huesos nunca hallados,

tiempo que se acumula entre las descuidadas raíces,

llantos lejanos que no dejan que resuene el olvido.

 

Predicción

“Ser hombre es ir andando hacia el olvido” 

Manuel Alcántara 

 

Acamparás conmigo en el abismo 

y serás la piel que le falta a mi destierro. 

Algún día vendrás a cubrir mis harapos 

y traerás flores para mi boca muerta. 

El día que lluevas sobre mi tumba 

tu sangre dejará de ser una condena 

y ya no seré este relampaguear 

sin nombre y sin destino. 

Caminarás conmigo hacia el olvido 

y yo te esperaré bajo la luz desnuda. 

Algún día traerás tu llanto arrodillado 

ante mis pasos que tenían en su signo la derrota. 

Y una voz que surgirá de la tierra 

te dirá que es demasiado tarde:

que soy simplemente el hilván del agua, 

la piedra que se entrega a la ruina y al silencio.


 

Las Palabas No Son Puerto Seguro

Las palabras no son puerto seguro.

Uno se entrega a la orilla confiado

y la marea del silencio

arrasa con la escritura de lo que no pudo ser.

Las palabras no son puerto seguro.

Uno se aferra al significado,

pero tal vez el sentido esté vacío...

¿Y si la palabra puerta se abre al abismo?

¿Y si la palabra ventana sólo mira hacia adentro?

¿Y si la palabra silencio grita,

cómo saber si también grita su significado?

¿Cómo saber si el sentido del silencio es el silencio

y no la palabra?

¿Cómo saber si la palabra no está llena de silencio

y su significado es sólo el espacio

entre silencio y silencio,

en lo que se calla,

en lo que se pudre en cada vocal?

Las palabras no son puerto seguro.

Uno se embarca con certezas

que se diluyen al pisar el muelle.

Uno las ve desnudas

y cree que por dentro son iguales.

Mal cálculo:

las palabras fallan 

cuando más se las necesita.

¿O si no,

por qué cuando digo la palabra amar

el amor se va?

Lo que se escribe ya no existe.

Sólo es escritura de lo invisible,

de lo que era y se oculta en su significado.

No embarques jamás en una palabra,

no te sientas a salvo en la orilla. 

Nunca te enamores de una palabra,

siempre terminan por dejarte.

Las palabras no son puerto seguro:

el silencio es más fiel.


 

Bullicio

Sé que hay un bullicio entre el silencio. Eso lo sé.

Sé que el silencio es apenas una máscara del grito.

Sé que una flor estruendosa baila en sus raíces.

Sé que todo el germen del lenguaje habita en el alma de lo impronunciable.


 

Conciencia del vacío

 

Lo importante es no perder el vacío

John Galán

 

Aprendes a ser Ícaro, a cerrar los ojos y ver la nada de adentro y la nada

de afuera en pugna. Contienes el aliento y gritas calladamente en lo profundo. Experimentas el abismo precipitándose en la sangre, mientras se anula lo que eres. Sientes un adentro-afuera inconcebible y mueres de miedo a morir. Vuelas hacia el vacío, con el vacío, por el vacío, hasta ver cómo desaparece tu corporeidad, cómo se extinguen tus músculos. Más allá de la piel, en la intimidad, te acaricia un no-existir que te impulsa a seguir cayendo en ti... Porque el precipicio eres tú, porque no hay otro lugar en dónde desplomarse, porque eres carne vacía y carne del miedo, abismo que se hunde en sí mismo, silencio que grita por última vez.

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