Llegamos a fin de año con sucesos esperanzadores en Colombia y parece que así mismo, sucede en otras partes del mundo. Nadie dijo que sería fácil, no lo está siendo, pero no podemos desfallecer, así que debemos seguir reconstruyendo nuestro tejido social desde las pequeñas cosas que cada quien pueda hacer, las cuales sumadas desde todos los territorios nos genera ese “interés compuesto” del que nos habló en algún momento Albert Einstein y el cual considero que es la poesía viva y pura en acción colectiva.

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Así, en la potente danza de las palabras, presentamos este número que despide con gratitud este año 2022 y recibe el 2023 como escribió alguna vez Meira Delmar “en que se hizo el amor en nosotros como un día la luz en las tinieblas”. Continuamos en la celebración de los 100 años de su nacimiento con palabras que resuenan como si fueran declamadas por ella misma. Son 100 años en los que el amor, el olvido y la muerte siguen vigentes en el tiempo, como las temáticas de mayor relevancia de la humanidad.

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En esta edición nos acompaña Juliana Enciso, quien narra esas primeras lecturas con sus padres, cómo conversaban acerca de un libro y establecían una crítica literaria desde el respeto, el asombro y la valoración, pero también nos recuerda grandes lectores críticos - creativos quienes ponen sus ideas sobre la mesa y nosotros decidimos sí, las tomamos o no.

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Francisco Trejo, nos comparte una serie de poemas que hablan de los objetos como parte de la interacción de la vida y nos recuerda que soñar es el regalo mayor que tenemos junto con las alas de los poetas, esas llenas de palabras y de misterio profundo que abre en cada frase del poema.

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Pedro Badrán ofrece una reseña de su libro, "Crímenes de provincia", de la pluma del periodista Javier Galeano Pájaro. Esta novela aparece como una linterna en lugares oscuros, que además de poner en evidencia la realidad colombiana en sus sectores rurales tan bellos como vulnerables, nos permite la búsqueda de la verdad en personajes que, aunque se piensen ficticios, son tan reales como cada uno de nosotros.

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Santiago Espinosa regresa a la infancia con palabras de nostalgia y rostros amados, narrando el amor y la guerra, el pasado y el presente, la huella y la niebla, invitándonos a retornar al milagro de la montaña y al de la lluvia en donde somos nosotros esa atmósfera, ese rumor desconocido, pero cercano, ese silencio que canta.

 

¡Disfruten esta edición y sean muy felices en amor y paz, en los días y las noches que quedan de este 2022!

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¡¡¡Gracias infinitas!!!