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ENTREVISTA

REVISTA FUERZA DE LA PALABRA

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Enrique Lara Robayo, Bogotá, 1972

Diseñador Gráfico Universidad Nacional de Colombia.

 

Es diseñador, ilustrador, editor y docente. Ha participado en diferentes exposiciones a nivel nacional e internacional. Trabajando para diversos clientes dentro y fuera del país, desde el año 1999 dicta clases en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, es el coordinador del Diplomado de Ilustración de Libros Infantiles.

LA EDICIÓN INDEPENDIENTE, LA CALIDAD DE LOS LIBROS
LOS DERECHOS DE AUTOR

Enrique Lara, editor independiente desde hace más de doce años de la Editorial GatoMalo, nos comparte los procesos de la construcción y publicación de un libro, las estrategias de promoción de lectura y las de venta y difusión. Así mismo, nos comparte reflexiones importantes y profundas sobre los derechos de autor y calidad de los contenidos.

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T.C: Enrique, muchas personas aman los libros, los ven cotidianamente, pero no conocen el proceso de edición, ¿podrías por favor, hablarnos acerca del proceso de publicación de un libro? ¿Qué es editar?

E.L: Bueno, el proceso de cada editorial puede tener aspectos que coinciden y otros que son diferentes. En algunos casos, las editoriales tienen un proyecto específico. Este puede ser el texto de un escritor conocido o no y luego el editor o el director de arte buscan un ilustrador que consideren que funcione para el proyecto. En nuestro caso es ligeramente diferente puesto que trabajamos con autores integrales, es decir, autor – ilustrador, entonces, el primer paso es conocer la propuesta de los autores y su trabajo en general; seleccionamos los proyectos buscando calidad integral en la historia; en la imagen; en la propuesta gráfica en general y obviamente en su contenido conceptual. Se le solicita al autor que haga el registro de su obra en la Dirección Nacional de Derechos de Autor.

 

Editamos la obra, es decir, hacemos varias lecturas concienzudas, hacemos sugerencias, algunos cambios pertinentes, el texto pasa por corrección de estilo, hay diálogos con el autor y se empieza a hacer el proceso de diseño editorial que consiste en todo el plan de producción, buscar un formato determinado, el diseño gráfico y tipográfico, el trabajo sobre las imágenes como la calibración del color, la limpieza y edición de las mismas; la armada y pruebas. Luego se solicitan las pruebas de impresión, se verifican una vez se ha escogido el material en el que se va a imprimir el libro y las características físicas de este. Se supervisan las pruebas y se empieza la promoción mediante diversas piezas publicitarias. Una vez se recibe el impreso se hace la distribución y mayor difusión.

Es un proceso bastante largo e interesante.

T.C: Quisiera que nos compartieras, por favor, cuánto cambia un libro desde el momento en que llega a manos del editor hasta que se distribuye en las librerías. ¿Cómo es la “negociación”? ¿Qué papel desempeña el editor en la propuesta inicial y final?

E.L: El libro empieza como proyecto, y el proyecto puede cambiar mucho en las manos de un editor, sin embargo es un proceso consensuado; por supuesto que la voz del autor es la que más se escucha, sin embargo, normalmente un proyecto no tiene la forma de un libro, puede tener la esencia pero no la forma y para adquirir esa forma el autor debe estar abierto al cambio, a las solicitudes, a trabajar en equipo y a respetar el criterio del editor y del equipo que está apoyándolo para que su obra se potencie, se amplíe, crezca. Algunos proyectos llegan más o menos completos, pero esas son las excepciones, la mayoría se debe trabajar bastante. En el libro “El viaje de los elefantes”, por ejemplo, además de hacer una restauración digital de las imágenes además de la generación de un par de ilustraciones nuevas a partir de las originales y la supresión de una de ellas, se reescribió todo el texto a partir de cuatro líneas al final que tenía el proyecto original. El resultado fue el de un álbum ilustrado que gusta muchísimo, si bien, la esencia se mantiene, hicimos lo mejor para que el libro tuviera una vida y brillo propios. En el caso de la edición de libros infantiles ilustrados también hay sugerencias que se hacen a los autores, añadir o cambiar ilustraciones, suprimir algunas que no son realmente necesarias, y los autores suelen escuchar y finalmente confían; “Había una vez, tal vez” de Paula Bossio es un claro ejemplo, al final del proyecto el libro se sentía un corte abrupto, en este caso, el texto no necesitaba extenderse, pero una imagen más logró un cambio enorme. Las secuencias de “La pelota” y de “Un Día, la lluvia...” de Roberto Sánchez Cajicá, fueron trabajadas durante bastante tiempo, se sugirieron cambios y el autor realizó nuevas imágenes. A la hora de armar el libro como tal, se alteró el ritmo propuesto por el autor y en el último libro, empleamos incluso los bocetos para complementar la narración. En “Los temerarios” de Roger Ycaza, se sugirieron tres ilustraciones que le dieron mayor claridad al proyecto y redondearon la idea. Para llegar a ser un libro, cada proyecto tiene un camino propio, es parte de lo bello que es hacerlos.

 

 

 

T.C: Los libros son un objeto cultural de gran importancia, sin embargo, no todas las personas piensan así; en este sentido ¿Qué tipo de estrategias emplea la editorial para dar a conocer su colección?

E.L: Nos ayuda mucho el hecho de que las personas que conocen la editorial deciden adquirir los nuevos libros que hacemos, puesto que conocen la calidad de los mismos y valoran nuestro trabajo. Así mismo hacemos promoción especialmente en redes sociales. También participamos en diversos eventos por ejemplo en universidades, colegios y bibliotecas, donde mostramos el trabajo que hacemos y compartimos con el público. También enviamos los libros a instituciones y demás profesionales especializados. Hacemos promoción en nuestra página web www.editorialgatomalo.com y participamos en diferentes eventos relacionados con la cultura del libro, como las diferentes Ferias, el Festival de libros Infantiles y Juveniles, etc.

 

 

T.C: Después de tantos años de pertenecer al mundo editorial y del libro, debes conocer muy bien el público bogotano. Desde esa experiencia cercana, ¿qué opinas acerca de los hábitos de lectura de los Bogotanos?

 

E.L: Es bajo desafortunadamente y obedece mucho a criterios comerciales o de recomendación por parte de los medios de comunicación tradicionales. La nuestra, es principalmente una cultura de consumo basada en las recomendaciones que dicta el mercado. No obstante, hay lectores muy buenos y sagaces y en parte se debe al proceso que ha venido gestándose desde diversas iniciativas privadas y algunas políticas públicas como el trabajo de los promotores de lectura de las bibliotecas, en donde se estimula no solo el hábito de la lectura sino el del criterio de la lectura y de selección. Hay programas muy bonitos como los PPP (Paraderos Para libros Para Parques) que le ofrecen el servicio de biblioteca y sala de esparcimiento a la comunidad que visita los parques e incluso en algunas estaciones del sistema de transporte masivo. Pero faltan aún muchísimos espacios y apoyo al fomento de la lectura. Sin embargo, nuestra ciudad y nuestro país dista mucho de ser la Atenas Suramericana que tanto nos enorgullece mencionar. Eventos como la Feria del Libro se convierten más en una herramienta para mostrar estadísticas (550 mil asistentes y tanto porcentaje de ventas) que, para incrementar el hábito de la lectura desde la primera infancia, y que se mantenga en la primaria, en el bachillerato, universidad y continúe una vez se ha salido del ambiente académico. Las políticas estatales son insuficientes y las políticas tributarias son agresivas con el sector; la nueva reforma tributaria ha convertido las empresas que trabajan para la difusión de la cultura (porque en parte es una labor que hacen las editoriales e incluso las librerías, no todas, pero en su mayor parte) en empresas común y corrientes a las que se les cobran impuestos de la misma forma y no se tiene en cuenta su labor. Y no solo eso sino, que la Ley del Libro prácticamente no se cumple por parte del Estado. Los insumos, materias primas y producción son costosas y en el presupuesto normal de una familia promedio no se encuentran los libros porque no es una necesidad básica, las necesidades básicas a duras penas son cubiertas con un salario mayor al mínimo. También se le suma a esto que para la persona promedio vale más tener el último modelo de teléfono móvil o el televisor con mejor imagen que invertir en un libro.

 

El hábito de la lectura debe ser algo que se adquiere, no una imposición y en un país en donde se tiene la costumbre de matonear al que estudia, lee o sabe, mientras que se apoya el facilismo y la impunidad reina en todos niveles, todo esto nos muestra que vivimos en una sociedad con un sistema de valores torcido. Realmente se requiere un cambio de forma de pensar.

 

T.C: En relación con la reflexión que acabas de hacer, ¿de qué manera la editorial aporta a atender esta necesidad? ¿Llevan a cabo alguna estrategia de promoción de lectura?

 

E.L: Nuestra función es la de hacer libros de alta calidad, atractivos en sus historias, imágenes y diseño, seleccionando y apoyando el trabajo de autores nacionales y extranjeros de calidad. Las estrategias para mejorar los hábitos de lectura deben venir originalmente desde el hogar y extenderse al colegio y universidad; el libro no debe convertirse en una obligación, en una tarea, sino en un placer. Pero los hábitos de lectura deben estimularse mejorarse desde las casas y colegios. Nosotros aportamos unas orientaciones pedagógicas, teniendo en cuenta los lineamientos tanto del Ministerio de Educación como de la Secretaría de Educación Distrital y lo hacemos con el ánimo de apoyar la profundización de procesos de lectura y escritura realizados por docentes o por promotores de lectura. Los docentes necesitan de referencias bibliográficas, ya que en algunos colegios no hay bibliotecas o el material es el mismo desde hace muchos años. Y esas referencias ayudan mucho porque hay novedad en las lecturas, aunque también, los docentes pueden ir más allá del placer de la lectura y al abordar las temáticas para la formación integral y académica para responder a las necesidades de sus estudiantes.

 

Además de esto, asistimos a encuentros con el autor y hacemos charlas y presentaciones. Aunque, esta clase de estrategias de las que hablan, corresponde como digo a la sociedad entera y no a una editorial. Nuestra mejor estrategia para mejorar los hábitos de lectura es precisamente hacer libros de buena calidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

T.C: Siguiendo el hilo temático que propones en tus respuestas, continuemos con una situación que se da en todo el mercado de manera universal: “El original y la copia”. Teniendo en cuenta que muchas personas no adquieren libros originales por sus altos costos… ¿Han pensado ustedes como editorial en hacer algo frente a esto?

 

E.L: Siempre hemos tenido en cuenta esto, precisamente por eso nuestras ediciones no son de lujo en tapas duras, a pesar de eso no dejan de ser muy buenas ediciones de calidad con muy buenos papeles y terminados; no podemos sacrificar la calidad por menores precios ya que nuestra premisa es hacer libros de alta calidad. Hacemos lo posible para que los precios sean asequibles, sin embargo dependen de la cadena de producción de todos los costos de los que hablé antes, y esto no lo imponemos nosotros; muchos factores influyen para que el precio de venta al público de los libros sea elevado respecto a otros países, incluso se ha discutido y propuesto desde hace bastante tiempo, gravar con el impuesto del IVA a los libros, lo cual no tiene sentido alguno a menos de que se quiera hacer aún más difícil el acceso a la cultura.

 

Se discute mucho si los libros realmente son costosos, pero casi nunca se mira desde adentro, desde todo el proceso que implica hacer un libro de calidad. Los insumos, pero en especial el proceso de producción en general que requiere un libro es de muchísimo trabajo, hacer un libro original cuesta puesto que se pagan derechos de autor, regalías, el registro del ISBN, se paga a los impresores, y a cada persona que trabaja en la elaboración del libro. Las librerías o distribuidores cobran un porcentaje del precio de venta final porque su trabajo también vale y es importantísimo. Entonces, muchas veces la noción de que el libro es costoso es simplemente una idea infundada. Los tirajes que hace una editorial independiente no son muy grandes y por esto el costo no puede reducirse un poco más, sin embargo, proporcionalmente hablando, adquirir un libro al mes no sería un golpe muy fuerte para el bolsillo.

 

T.C: La copia, entendida en diversos contextos como “piratería”; es decir, como infracción a los derechos de autor, es un delito ¿ustedes han sido víctimas de algún caso de piratería?

 

E.L: Afortunadamente no de los libros, porque suele ser difícil porque los libros completamente ilustrados son difíciles de piratear gracias a que se emplean buenos materiales y terminados, un producto pirata es de muy baja calidad y de inmediato se nota esto. Sin embargo, hay una incómoda situación desde hace algún tiempo; el nombre GatoMalo fue adoptado por una empresa que produce arena sanitaria para mascotas, al parecer nuestro nombre y la estructura de nuestro logo les atrajo mucho y decidieron emplearlas. Y es curioso porque una de las herramientas de la Cámara de Comercio es la de tener la posibilidad de buscar los nombres de empresas ya constituidas desde antes en Consulta de nombre del establecimiento (homonimia), y a pesar de eso emplearon el nombre e incluso la estructura tipográfica empleada por nosotros al componer nuestro logo. Para nosotros es extraño, puesto que algunas personas nos han escrito a preguntar si además de los libros tenemos ese producto y cosas así. Pensamos que es absurdo llamar a un producto de aseo de esta forma puesto que se le atribuye un adjetivo calificativo negativo a una función corporal natural. Mientras que nuestro nombre tiene un significado más amplio en la medida en la que no se trata de un gato que se ha cumplido con sus funciones fisiológicas, sino que se trata de un gato gruñón, o pícaro o bravo. Una de las consignas de nuestra editorial es “Hacemos libros con las garras” entonces el nombre de la editorial invita a conocer más acerca de la misma.

La piratería está tan metida dentro de la forma de proceder de las personas que incluso un diseñador gráfico que trabajaba para una empresa que generaba libros y cartillas, empleó una imagen de mi autoría y la empleó a pesar de que era consciente de que no se me había informado ni tenían mi permiso y mucho menos me habían pagado por el empleo de la misma en sus cartillas con las cuales se iban a lucrar.

 

En otros casos, hay profesores que suelen escanear las imágenes de los libros para proyectarlos en video beam y emplearlos como apoyo para su trabajo, el asunto es que podrían hacerlo mejor si trabajaran con los libros físicos o con material de mejor calidad y que le solicitaran a la editorial. En GatoMalo siempre estamos dispuestos a atender a preguntas y solicitudes en nuestras redes sociales.
 

https://www.editorialgatomalo.com/v3/GatoMalo___Suenos_impresos.html

 

T.C: Enrique Lara como editor, autor integral y docente, ¿qué opina sobre la piratería?

E.L: La piratería es un delito que surge por un aspecto social y uno cultural, la necesidad de lucro y la falta de respeto y valoración del trabajo del otro, obviamente tiene raíces profundas y muchas más razones, pero considero que esas dos son las fundamentales.

Culturalmente no solemos poner problema o detener a las personas que copian a otras y nos parece que debemos apoyar el ingenio y la mal llamada “malicia indígena” en lugar de detener a tiempo esta clase de comportamientos cuando empiezan a verse desde la infancia, y hay personas que hacen carrera con esto; eso se llama corrupción, y está enquistada dentro de nuestra sociedad puesto que se es permisivo desde la primera infancia y en la mayor parte de los casos. Las plataformas digitales, la facilidad de guardar, copiar y pegar imágenes en estas y el hecho de que vivimos en la generación de la imagen, hace aún más fácil que la piratería sea más frecuente en los medios digitales. Se ve en el software, en la música, en la literatura, el cine y en muchas más cosas.

 

Un delito como la piratería, es un un crimen que debe combatirse con la educación. Obviamente una campaña social bien encaminada y programada puede aportar pero se trata de un flagelo común, de la corrupción, entonces es importante entender que la solución está en la educación, desde la casa hasta el colegio pero debe estar presente en toda la sociedad. El ejemplo de nuestros funcionarios públicos, de todas las ramas y un castigo ejemplar a quienes son corruptos empezaría a hacer tambalear la cultura de la corrupción.

La piratería se combate haciendo que la sociedad tome conciencia de que se trata de una cadena, donde todos se ven afectados, desde el autor hasta el publicista y el mismo lector que recibe un producto de menor calidad.

 

La piratería se combate desarrollando la empatía haciendo entender que es uno más de los eslabones de corrupción que hacen que nuestra sociedad siga en crisis, pero para eso tenemos que cambiar la mentalidad la forma de pensar, dejar de hacer series de televisión donde los narcotraficantes y criminales son ensalzados y glorificados. Dejar de apoyar a la política tradicional que solo nos vende corrupción. Apoyar la educación y los productos nacionales, bajar los precios de producción y que haya una reforma tributaria que beneficie la producción cultural en lugar de perjudicarla, sin embargo, esto es poco realista y por eso nos tratan de engatusar hablándonos con que una campaña publicitaria va a ser la panacea y va a impedir la piratería. Hay campañas que pueden ayudar, pero es un proceso de reestructuración de la sociedad como tal, un proceso cultural.

 

El mundo editorial está conformado por profesionales interdisciplinarios que, comparten opiniones sobre la lectura, las estrategias, los lectores, la oferta y demanda, para ustedes como equipo editorial y para ti como especialista de este campo ¿por qué crees que un libro es copiado? ¿Qué deben hacer las editoriales o los autores cuando hay una violación a los derechos de autor?

 

El libro es pirateado por su éxito comercial, porque se vende bien, entonces los piratas buscan lucrarse con la producción mucho más económica del mismo, puesto que todas las ganancias, menos la producción y los costos de ventas les van a llegar a ellos (y estos últimos los reducen empleando materiales y producción barata). No pagan impuestos, ni pagan a los autores ni pagan la difusión puesto que esos costos ya han sido cubiertos por las editoriales que hicieron estos libros antes. Es pirateado porque tiene un mercado asegurado, el de todas aquellas personas que no pueden comprar el libro al costo normal del mercado y encuentran que este es más barato y se lo venden además en la esquina por la que pasa todos los días.

 

Muchas editoriales tienen libros que se venden muy bien en los colegios, en grandes números y estos libros son pirateados causando grandes perjuicios a las editoriales que los producen porque causan pérdidas.

 

Algunas personas no distinguen un libro pirateado de uno original, aunque la mayoría lo sabe. Como mencioné antes, se trata de un problema cultural entonces pienso que es deber de todos pensar en el bienestar de la comunidad y este empieza en la medida en que se respeta al otro. Así mismo en la producción intelectual se parte del principio del respeto al trabajo del otro, a su propiedad intelectual. En su página legal, los libros suelen tener un texto de restricciones sobre su reproducción en diferentes medios, en estos textos, en GatoMalo solemos jugar con una frase sentenciosa en la que jugamos un poco con el tema del libro. por ejemplo: “Una famélica horda de tigres y osos salvajes estará atenta a cualquier violación de las reglas” dice en el libro Emma y Juan de Amalia Satizábal. Editorial GatoMalo 2015. Y así cada texto legal hace una advertencia; nuestra intención es que si un lector es lo suficientemente curioso y se encuentra en sus primeros años, va a encontrar eso y va a empezar a entender.

 

Pues las editoriales deben acudir a las autoridades, informar el caso en la Cámara Colombiana del Libro, hay un equipo destinado a ese aspecto porque es un flagelo grande dentro de la corrupción en nuestro país, y el asunto no es encarcelar a los pequeños vendedores, sino a los que cometen el crimen, a quienes se dedican a hacer esto como forma de vida afectando a un gremio que es muy importante, la producción intelectual es uno de los grandes valores que tiene cada nación.

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