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REVISTA FUERZA DE LA PALABRA
HOMENAJE

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Eugenia Sánchez Nieto y Maruja Vieira en Feria del Libro 2008
Fotografía tomada por Gabriel Ruíz

Maruja Vieira – La Forma del árbol en el viento

 

                                                                                           Eugenia Sánchez Nieto

 

 

Para las generaciones presentes y futuras la poeta Maruja Vieira nos deja un legado de más de 17 libros de poesía publicados, crónicas, ensayos, conferencias, un paradigma admirable de trabajadora profesional, incansable y siempre asumiendo cargos de liderazgo en comunicaciones y prensa escrita y pedagogía y a la par con sus diferentes actividades el trabajo persistente alrededor de la poesía.  Innumerables reconocimientos como escritora. Resulta asombroso esta actividad tan intensa, sobre todo para su época inicial, de los años 40 y esta constante actividad la ha tenido a lo largo de sus casi ochenta años de vida literaria, siempre con la preocupación por la equidad de género y la defensa de los DH; siendo muy joven en 1952, a los 30 años escribió una crónica muy interesante y divertida sobre las desventuras de una presunta solterona, en esa crónica vemos su humor y crítica a la sociedad del momento que exigía a las mujeres que se casaran a temprana edad, pues de lo contrario era mal visto y se les tildaba como solteronas. Seguramente no fue fácil asumirse como mujer independiente con autonomía económica y además escritora; en todos estos asuntos Maruja Vieira fue pionera y es un precedente importante para muchas mujeres en las que su expectativa de vida era conseguir marido y tener un hogar.

Su escritura poética es delicada, no es una poesía rebuscada, con un lenguaje sencillo, veraz, transparente, construye unos poemas de gran hondura y precisión, buscando siempre la imagen que mejor la represente, en un poema “los muros y el recuerdo” le canta a su tierra de nacimiento, añora ese paraíso, “Allí aprendí la forma del árbol en el viento /y el viaje de las nubes en el agua del cielo.” En muchos de los poemas de Maruja Vieira encontramos, flores, viento, sonidos, pájaros, ríos, frutas, mar, piedras, la naturaleza se impone y los sentimientos profundos de amor, ese amor como añoranza y como presencia; de belleza, de armonía, la paz,  la soledad no como algo grave sino siempre asumiendo cierta serenidad; el tema de la muerte que lo trabajo a lo largo de sus libros, es el rescate de sus seres queridos ya idos, la muerte en su poesía es un estado más, que forma parte de la vida, el tema de la muerte no la ve como el fin sino como un cierto remanso “La muerte es un jardín con rosas amarillas. Siempre amanece o es el atardecer color violeta. No hay sol de mediodía quemante, hiriente”. Su lenguaje no es desbordado, hay gran contención y capacidad de síntesis, su palabra poética no se alarga innecesariamente. Su escritura transmite sosiego, de alguna manera embellece la vida.  Su poema “tiempo definido”, escrito sobre el 9 de abril de 1948, asombra pues después de una tragedia tremenda vivida por los bogotanos, su poema apacigua, es hasta cierto punto un canto sereno y de esperanza, donde se reconoce que el odio, la muerte la esperanza hacen parte de la vida de todos los pueblos, que nada es definitivo ni aplastante. “Y más allá del círculo pequeñito del mundo, / aquel mundo cerrado, con sus vagas estrellas / y su bruma de sueños, despierta inmensamente la herida voz del hombre poblador de la tierra. / Antes estaban lejos, casi desconocidos, /el combate y el trueno. / Ahora corre la sangre/por los cauces iguales del odio y la esperanza, / sin que nada detenga /la invasora corriente de las fuerzas eternas.”

 

En unas crónicas escritas en Venezuela da cuenta bellamente de los inmigrantes y la muerte, “Se muere la muchacha de Portugal. Tiene entrecerrados los grandes ojos negros y su respiración casi no se oye. Se muere en América, con veinte años y unas poesías que encontraron en su bolso”

 

Algunos de sus poemas rinden homenaje a sus seres queridos, padre, abuelo, madre, su tierra de nacimiento, la escuela, elegías a varios de sus amigos, Eduardo Cote Lamus, Álvaro Sanclemente, Felisa Bursztyn, Eutiquio Leal, Cesar Uribe Piedrahita, a personajes admirados como Cesar Vallejo, Federico García Lorca, Frida Kahlo, Rimbaud, los marineros, las calles del pueblo, Las palabras de sus poemas están cuidadosamente escogidas nada pareciera que sobra o falta. La poesía de Maruja Vieira no parece largamente buscada, aparece nítidamente el encuentro entre la palabra y el sentimiento, el poema se impone por una necesidad, un deseo auténtico.


 

Eugenia Sánchez Nieto (Poeta, Filosofa Universidad Nacional,  Nominada al Premio Iberoamericano de poesía, Pablo Neruda, Chile, 2021)

Si te perdiste del homenaje a Maruja por su vida y obra, te invitamos a visitar este vídeo:

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