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REVISTA FUERZA DE LA PALABRA 
HOMENAJE
Alvaro Marín

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Álvaro Marín, 1958 - 2021

Álvaro Marín nació en Manzanares, Caldas, Colombia, en 1958. Hechizado por la poesía de César Vallejo y Miguel Hernández publicó su primer libro de poemas, Jinete de Sombras, en 1992. La publicación fue un reconocimiento que le hizo la Casa de Poesía Fernando Mejía de Manizales, luego fue invitado al Diario El Espectador de Bogotá para colaborar con notas sobre cultura y literatura en el Magazín Dominical dirigido por Marisol Cano y coordinado por el poeta Juan Manuel Roca, medio que jugó un papel crítico importante en la vida cultural del país en los años noventa. El hechizamiento con la literatura y la poesía fue mayor cuando leyó a los poetas Cardoza y Aragón y José Lezama Lima y a los narradores Macedonio Fernández y Alejo Carpentier, tenía en este tiempo una lectura de escritores europeos, pero el acercamiento interesado a la expresión latinoamericana fue para él una revelación de sentido histórico y poético a la vez. Recibió otro reconocimiento en poesía al ser destacado uno de sus libros: Noche líquida en una convocatoria latinoamericana del Festival de Poesía de Medellín.  Publicó en 1997 La brújula no quiere marcar más el norte, un libro de ensayos sobre cultura, política y literatura. 

Q.E.P.D

BREVE MUESTRA POÉTICA

POEMA DE AMOR 

Oscuras alas nos rozan, anoche 

cayó un lamparón de sangre sobre la tierra 

y la luz de las bombas

iluminó nuestros cuerpos dormidos. 

Después de la guerra levantaremos la casa 

y la sangre derramada 

arrastrará los pájaros grises de la tormenta.

La historia es un país de estaciones, 

después del oscuro invierno 

pintaremos la casa; cuando en el cielo rojo 

se oculten las máquinas de la sombra 

enterraremos a nuestros muertos. 

Pintaremos la casa, 

y el olvido resanará las grietas. 

En la noche volverán los amigos 

a encender la hoguera de sus voces; 

tu voz será una lámpara sobre las ruinas 

y tus manos lavarán la sangre de la tierra.

 

CRÓNICA DE LAS TIERRAS BAJAS 

 

Del río grande y generoso

salen ahora las canastillas de mimbre ya sin peces: el mimbre solo como las costillas de la res

bajo las alas negras de los zamuros.

Oscuras nubes persiguen la ceiba cargada de luz, pájaros incendiados vuelan de la casa en llamas

y cuando llega la noche

la obsidiana corta el cuello resplandeciente

de los venados.

Nacido de la mano del hombre el cuchillo desciende y en el asa trae las manos de vengativos dioses.

La creciente levanta grandes y pesadas piedras,

y baja de las altas montañas gruesos árboles

que se sumergen de pie en el mar;

pero en la ciudad

los desterrados son la espuma de la creciente, extrañados viven bajo el techo del cielo,

y tienen una niña que se llama luz,

un perro que se llama celeste

y un destino arrojado a las brasas del sol.


 

ESCRITO EN PIEDRA 

En piedra escribo:  

en el principio fue la música, después 

vino la muerte. 

Lo digo en memoria de los días talados. 

En piedra escribo los nombres de la luz. 

Con la sombra de mis palabras 

dibujo sus manos y sus ojos de angustia. 

En las ramas de mi memoria abrazo su música

y sus frutos de electricidad. 

En los desfiladeros se suicidan los días,  

y los árboles desde hace ya mucho tiempo 

han dejado de dar sus frutos.

En piedra escribo la vida 

como escribe el relámpago el regreso del agua. 

Afirmo la vida, la antigua llama que ilumina mi propio abismo.


 

OLVIDOS

 

Nadie recuerda

cómo se funda un pueblo.

¿Quién traza el lugar de la intemperie,

quién las lí­neas de vuelo de los pájaros?

Y la casa,

la casa que ya es otra, ¿cómo era una casa?

¿Y quién es el doliente de la sangre,

quién su curandero?

Ya nadie recuerda cómo se prepara el dí­a,

cómo se enciende la luz, cómo es la brasa

del carbón de la noche.

¿Quién estará al cuidado de las tempestades

quién al abrigo del fuego?

¿Y quién pronunciará los conjuros?

¿Quién despertará la mañana y que sea de verdad

la mañana?

Ya no sabemos cómo convocar la luz y cómo

deshacer las trampas de la muerte,

¿quién irá entre las cosas diferenciando lo venenoso

y lo comestible?

¿Quién será el guardagujas del viento?

¿Y quién entonces fabricará el agua?

¿Alguien recuerda cómo se hace el agua?

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